En España sigue vigente el concordato preconstitucional del 3 de enero de 1979 y que mantiene los privilegios de la iglesia, en tanto que el Estado se compromete a asegurar el mantenimiento económico de la empresa religiosa (cristiana) y la inversión de las escuelas concertadas en manos de la iglesia.
Escuelas concertadas que perviven en un Estado “laico” y que segregan por raza y sexo.
Mientras, el sistema público asume el 78% del alumnado con necesidades especiales… y mejor que así sea. Pero, hasta cuando este doble rasero. ¿No tenemos memoria?
Al cartel no le falta razón... "X" para la Iglesia o "X" para todos.
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