Globalización: Un Estado Mental

No me cansaré de repetirlo.
Símbolos. A distintos niveles o estratos, diferentes en tamaño, color y proporción. Al fin y al cabo, lenguajes vivos y autónomos.

Llamamos a la Globalización “proceso”. Lo cual, viene a decirnos que es algo en constante cambio y expansión. Que no le pertenece a nadie, ni hay responsables, que es... inevitable.
Bien. Porque esto nos demuestra que La Globalización no corresponde a un lugar físico pero tampoco inmaterial. Es un Estado mental.

Una modalidad de pensamiento…
Hunde sus raíces en el Fetichismo de la Mercancía, puesto que debemos someternos a creencias fácilmente desmontables que subviertien el sentido REAL de las cosas.
Si hablamos de Democracia, Libertad, Justicia, Autoridad… estas se ponen de manifiesto en ése lugar teórico de lo ideal, de lo “supuesto”…como absolutos. Lo son, en ése Estado mental donde la fantasía está del lado de la realidad.

Pero tenemos ejemplos más cercanos que muestran nuestros rituales tribales.
La moneda, el billete, el dinero.
Es a día de hoy el único material indestructible e inmutable. Es un material sublime ajeno a la corrupción de su cuerpo físico. Es una abstracción Real que sólo adquiere sentido en el acto de intercambio. Su autoridad es eficiente en el orden simbólico, el cual fija en ese instante de intercambio quienes somos. Por momentos quedamos atomizados en ese encuentro como ciegos consentidos, llevamos a cabo el ritual como si se tratara de una “Razón Pura”, pero, a su vez, provocando una fisura en la conciencia que reprimimos a través del Juicio externo.
Normalizando el absurdo.
Un dogma incuestionable e interiorizado con el: –Esto es así.

Sin embargo, esta es su esencia. Su carácter real se fundamenta en el no-conocimiento.
La efectividad SOCIAL y REAL del intercambio se encuentra supeditada a que los individuos que participan no sean conscientes de su lógica. Si llegáramos a perforar el verdadero funcionamiento de la realidad social, esta se disolvería. La reproducción implica el no-conocimiento de sus participantes en lo que se refiere a su esencia. Es importante que los individuos no sepan lo que están haciendo.

Igual sucede en las relaciones de servidumbre.
En las sociedades industriales la solidaridad orgánica da lugar a un desplazamiento del Amo hacia las relaciones entre las cosas, provocando que las relaciones de dominio se disfracen bajo la forma de relaciones sociales entre los productos del trabajo.

Una modalidad de la conciencia. Porque si este cerebro nuestro se siente con poder y sin necesidad, no cuestiona, tan sólo se viste y se desviste. Y tampoco va más allá de saciar sus instintos más básicos.
Su imagen del mundo se empobrece hasta que ya no existe nada más.

Esto es La Globalización. Un estado Mental sobre las cosas en nuestra relación con el mundo.

¿Que tipo de análisis puede hacerse teniendo en cuenta lo dicho?

…de lo social a lo particular.

Por ejemplo, que la esencia de la Escuela no es Educar. Se produce. No hay relaciones entre iguales sino competición. La educación es política y se ha de ser un buen gestor de relaciones para que la imagen no se resienta. La necesaria fisura en la conciencia puede sedarse acaparando abstracciones e ideas que ayuden a relativizar y, de este modo, ser indulgentes.
Que el Capitalismo carece de ideología, se pudre y se reinventa constantemente. Su fuerza radica en el intercambio fetichista, en la fantasía ritual.
Que sin Televisión (Publicidad y Ficción), la rueda de consumo no sería eficiente. No hay publicidad honesta ni Bancos que se preocupen por TÍ.
Que el G9 no tiene ni tendrá jamás intención alguna de refundar el Capitalismo Internacional.

Freire ya apuntaba, un remedio. El acto de sacar a la Luz.
Alfabetización; Implica tomar consciencia, ser críticos, tener la posibilidad de amueblar y enriquecer nuestra capacidad de simbolizar. Por lo tanto, de representar la realidad y cuantos mundos hagan falta para entenderla.
Implica decisión, compromiso.
Conlleva más dificultades para falsear, manipular y/o reprimir.

CON ÁNIMO DE LUCRO
Pablo Pino, minuto 14.

1 comentarios:

Anónimo dijo... / domingo, 20 junio, 2010  

En el párrafo sobre la globalización tienes una línea parecida a la de Armand Mattelart, excepto que menos organizado. Copio (Historia de la sociedad de la información):

"La noción de sociedad global de la información es el resultado de una construcción geopolítica. (...) Una nueva ideología que no dice su nombre se ha naturalizado y se ha visto propulsada al rango de paradigma dominante del cambio. Las creencias de las que la noción de sociedad de la información es portadora desencadenan fuerzas simbólicas que impulsan a actuar, a la vez que permiten actuar, en un determinado sentido y no en otro. (...) Las mismas creencias canalizan las estratégias de expansión planetaria de las llamadas empresas globales. Influyen en la reorganización de las formas de hacer la guerra y la paz. (...) Inducen una definición del cambio y de lo <>, que no tiene ojos más que para los lugares en los que interviene un dispositivo técnico. (...)(Concluye Mattelart) El paradigma tecnoinformal se ha convertido en el pivote de un proyecto geopolítico cuya función es la de garantizar la reordenación geoeconómica del planeta en torno a valores de la democracia de mercado y en un mundo unipolar.

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