Barcelona está fantástica en cualquier época del año, sin embargo era primavera y la gente se había hecho eco de las nuevas horas de sol, no cabía un alfiler por ninguna calle, avenida o ensanche.
Este día aun con pocas ganas de salir… cedí.
Caminaba con mi pareja por puerta del Ángel.
A lo lejos vimos un tipo con aspecto de paria trotamundos que llevaba un gato al hombro.
Mi pareja me preguntó (dado que yo solía disponer de recetas para todo).
-Cómo puede ser eso, mi gata ya habría saltado para cualquier sitio y más con la cantidad de gente que hay.
A lo que contesté: Vamos, está claro… Condicionamiento operante. El dueño se ha convertido en cualquier condición de posibilidad para el animal, a partir de refuerzos positivos, seguramente negativos como meterle una zurra al gato. Por eeesoooo ha aprendido a mantenerse quieto sobre su hombro y no se atreve a saltar, de hecho seguramente ni lo piense porque… bla bla bla.
Sep, esa es la cosa y mientras me gozaba nos íbamos acercando al tipo del gato.
Este tenía la respuesta y no empezaba por C de condicionamiento, sino por C de capullo. Y esta historia no tiene más misterio porque era realmente simple, pero ni siquiera me molesté en mirar.
El quid de la cuestión: Marca pasando el ratón por encima.
Este día aun con pocas ganas de salir… cedí.
Caminaba con mi pareja por puerta del Ángel.
A lo lejos vimos un tipo con aspecto de paria trotamundos que llevaba un gato al hombro.
Mi pareja me preguntó (dado que yo solía disponer de recetas para todo).
-Cómo puede ser eso, mi gata ya habría saltado para cualquier sitio y más con la cantidad de gente que hay.
A lo que contesté: Vamos, está claro… Condicionamiento operante. El dueño se ha convertido en cualquier condición de posibilidad para el animal, a partir de refuerzos positivos, seguramente negativos como meterle una zurra al gato. Por eeesoooo ha aprendido a mantenerse quieto sobre su hombro y no se atreve a saltar, de hecho seguramente ni lo piense porque… bla bla bla.
Sep, esa es la cosa y mientras me gozaba nos íbamos acercando al tipo del gato.
Este tenía la respuesta y no empezaba por C de condicionamiento, sino por C de capullo. Y esta historia no tiene más misterio porque era realmente simple, pero ni siquiera me molesté en mirar.
El quid de la cuestión: Marca pasando el ratón por encima.
EL GATO LLEVABA UNA CUERDA ATADA DEL CUELLO AL HOMBRO DEL DUEÑO.
Así que, el gato sabía lo que hacía…
Y aunque mi absurda explicación fuese desencaminada. El problema, es que ni me molesté en mirar, dudar o simplemente dejarme sorprender.
¿Por qué? Pues porque lo sabía todo y si no… podía inventarme una teoría que lo explicase.
Dicen que eso lo cura la edad. No estoy tan seguro, hoy sigo conociendo gente mucho mayor que yo, y me parece ver en ellos este mismo error.
¿Soluciones? Darse cuenta. Golpear al EGO dónde más le duele y quedarte un tiempo con eso. Y si crees que esto no va contigo…
Respóndete:
Qué se siente al no tener dudas...
Qué se siente al saberlo todo...
Qué no te permite el orgullo.
Qué se siente al saberlo todo...
Qué no te permite el orgullo.
Cosas que aprendí:
- La meditación me resulta más aburrida que chupar un clavo, prefiero salir a la calle.
- Sal aunque no tengas ganas, ábrete a la experiencia de lo que no sabes y de lo que pueda surgir.
- Relájate y observa. Tu mundo es tuyo y está muy bien pero no fagocites, todas esas recetas sólo enturbian lo que tienes delante. Si son necesarias ya llegará su momento.
- Una de las mayores cegueras que podemos padecer es la de taparnos los ojos con aquello que creemos saber… y la ilusión de libertad que ello comporta. Así, acomodamos toda situación para que encaje en nuestros encasillamientos, enquistamos el EGO, oscurecemos el espíritu.
- Permítete dudar y sobre todo permítete sentirte cómod@ en la duda.
- Unos tienen experiencias marianas y yo lo flipo con un gato. Qué pasa!
1 comentarios:
MOlta però molta raó la que tens. Jo recordo, però, que fent classes a molta gent el que li va és que ho tinguis tot absolutament clar, encara que sigui mentida, fals, hipòcrita....
Però jo també seguiré dubtant i espero que a la meva edat ja no canviaré
A. Esteruelas
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