¿El espíritu europeo se educa?

Cualificaciones,
Competencias,
Evaluación,
Empleabilidad,
Flexibilidad,
Autonomía de centros...
Se echa de menos un debate sobre la educación en si misma, más aun cuando se equipara autonomía de centro con autonomía financiera.
Son muchas las aristas que hay que perfilar y los problemas no llegan solos por más comisiones de seguimiento que se pretendan crear. Estamos jugando con algo muy importante y nos lo debemos tomar en serio.

La eliminación consecutiva de licenciaturas y de humanidades en los centros educativos.
Filosofía, filologías, historias, latín, griego…
Arrasadas en función de su relativa utilidad social.
Tachadas de residuos memorísticos tradicionales.
En esta sociedad la crítica y la memoria no son capacidades esenciales.

Curiosamente las disciplinas que estimulan el espíritu crítico, pensamiento autónomo y la filiación en las reivindicaciones sociales fueron las afectadas por las sucesivas reformas. Desaparecieron de un plumazo.
Y… curiosamente, ya que hablamos de utilidad social, la religión (Cristiana-apostólica-romana) sigue gozando de un estatus inamovible dentro de la escuela española.

¿Qué modelo de ciudadano persigue Europa, qué espíritu europeo? ¿Y en España cómo se está haciendo? El proceso de decisión vertical no deja lugar para la reflexión, la autocrítica ni el reconocimiento de alternativas.
De no posicionarnos, puede ser tan eficiente como descorazonador.

“Es previsible que con las reformas en curso los “buenos ciudadanos” se conviertan sobre todo en ciudadanos sumisos. El verdadero espíritu crítico, el que permite liberarse de los dogmas del pensamiento dominante, no se nutre de valores sino de saberes.

Es gracias al estudio de las ciencias como se adquiere el modo de pensar que libera de los prejuicios.
Es gracias al conocimiento de nuestro entorno geográfico, tecnológico y socioeconómico como se pueden comprender las potencialidades que se ofrecen al ser humano y darse cuenta de todo el estropicio económico actual.
Es gracias a la historia, como se enseña la manera en que se hacen y deshacen las sociedades, como se perciben la fuerza y las condiciones de la acción política y social.
Es gracias a la literatura, a la filosofía, a las artes como se aprende a precisar, a expresar y a defender lo que se piensa.

Por el contrario, la falta de rigor, los saberes mal estructurados, las competencias prácticas sin base teórica, la flexibilidad y adaptabilidad sin reflexión no conducen a la persona más que a renunciar a comprender, a aceptar todo sin interrogarse sobre nada.
Esto es el “ciudadano responsable” que la escuela se encarga de proporcionar a esta sociedad mercantil del s.XXI.”

Nico Hirtt (2003) “Los nuevos amos de la escuela” Madrid, Minor Network.

Solidarios de lujo

Curiosa paradoja:

Esta sociedad que se sustenta sobre la competitividad, el estatus y distancias socioeconómicas que determinan vidas, es la misma que se declara solidaria.
Solidaria y solidarios somos todos, por ley. En directo y en diferido.

Este crash del 2009/10 tiene nombres propios y muy solidarios.

George Soros, especulador de la bolsa de valores. Prevaricación al controlar información privilegiada y colapsar la bolsa especulando con Libras y dólares.
Tras desangrar los mercados internacionales se permite dar consejos sobre como regular los mercados y destina un nimio tanto por ciento a obras sociales.

Bill Gates, de friky genialoide en un garage a especulador monopolista de todo hardware, software y en colaboración con Google del ciberespacio. El dinero no es suficiente cuando la información aporta control. Poder global.
El mundo está en sus manos, ése día la chica que le rechazó en el baile del instituto se arrepentirá. Mientras tanto, por qué no buscar algo de trascendencia social creando tu propia ONG y repartiendo tus productos entre analfabetos tecnológicos que no los pueden comprar.

Alan Greenspan, Ex presidente de la FED ¿Economista, o teólogo de la ciencia económica?
Precursor de una ciencia desvinculada de los fenómenos sociales y de moral alguna. La maquinaria funciona por si misma y la solidaridad orgánica dará lugar a que cada uno ocupe su lugar.
Sin embargo, para el capitalismo la clase media es un lujo que no se puede permitir.

Bush y sus acólitos. Instigadores de la deriva democrática Neoliberal y la libertad en países “tercermundistas” con petróleo.
Solidarios con las libertades individuales y las empresas internacionales con sede en EEUU… o Europa.

Menos del 4% de la riqueza privada de las 225 personas más ricas bastaría para dar a todos los pobres del mundo acceso a los servicios elementales de salud y educación, así como a una nutrición adecuada. Así constaba en el Programa de Desarrollo de las Naciones Unidas, aún teniendo diez años sigue vigente, y la situación ha empeorado sensiblemente.
Le Monde, 10 septiembre de 1998.

¿Por qué no utilizar un informe más reciente?
Porque desde entonces sus criticas, curiosamente, son menos incisivas.

En lo particular, de soluciones no dispongo, salvo las mías y aquí cada cual ha de escoger su camino.

En cuanto a estos filántropos, abanderados globales...
Hacen algo, por supuesto, sin embargo se lo cobraron de antemano. Sus actos son sólo un intento de que este sistema insolidario goce de una decrepitud duradera.

¿Cómo responder ante estos actos?
Bertolt Brecht fue claro y contundente;

Da un paso al frente: oímos
que eres un buen hombre.
No pueden comprarte, pero el relámpago
que golpea la casa tampoco
puede ser comprado.
Mantienes tu palabra.
Pero ¿Qué dijiste?
Eres sincero, das tu opinión.
¿Qué opinión?
Eres valiente.
¿Contra quién?
Eres sabio.
¿Para quién?
No persigues tu beneficio personal.
¿Qué persigues entonces?
Eres un buen amigo.
¿Eres también un buen amigo de la gente buena?


Escúchanos:
Sabemos que eres nuestro enemigo.
Por ello te pondremos frente al muro.
Pero en consideración a tus méritos y buenas cualidades
te pondré frente a un buen muro y te dispararemos
con una bala buena de un arma buena y te enterraremos
con una pala buena en la buena tierra.


Bertolt Brecht (1995) "Werke" Frankfurt, Suhrkamp.

Anecdotario

Barcelona está fantástica en cualquier época del año, sin embargo era primavera y la gente se había hecho eco de las nuevas horas de sol, no cabía un alfiler por ninguna calle, avenida o ensanche.
Este día aun con pocas ganas de salir… cedí.

Caminaba con mi pareja por puerta del Ángel.
A lo lejos vimos un tipo con aspecto de paria trotamundos que llevaba un gato al hombro.
Mi pareja me preguntó (dado que yo solía disponer de recetas para todo).

-Cómo puede ser eso, mi gata ya habría saltado para cualquier sitio y más con la cantidad de gente que hay.
A lo que contesté: Vamos, está claro… Condicionamiento operante. El dueño se ha convertido en cualquier condición de posibilidad para el animal, a partir de refuerzos positivos, seguramente negativos como meterle una zurra al gato. Por eeesoooo ha aprendido a mantenerse quieto sobre su hombro y no se atreve a saltar, de hecho seguramente ni lo piense porque… bla bla bla.

Sep, esa es la cosa y mientras me gozaba nos íbamos acercando al tipo del gato.
Este tenía la respuesta y no empezaba por C de condicionamiento, sino por C de capullo. Y esta historia no tiene más misterio porque era realmente simple, pero ni siquiera me molesté en mirar.
El quid de la cuestión: Marca pasando el ratón por encima.



EL GATO LLEVABA UNA CUERDA ATADA DEL CUELLO AL HOMBRO DEL DUEÑO.

Así que, el gato sabía lo que hacía…
Y aunque mi absurda explicación fuese desencaminada. El problema, es que ni me molesté en mirar, dudar o simplemente dejarme sorprender.
¿Por qué? Pues porque lo sabía todo y si no… podía inventarme una teoría que lo explicase.
Dicen que eso lo cura la edad. No estoy tan seguro, hoy sigo conociendo gente mucho mayor que yo, y me parece ver en ellos este mismo error.

¿Soluciones? Darse cuenta. Golpear al EGO dónde más le duele y quedarte un tiempo con eso. Y si crees que esto no va contigo…

Respóndete:
Qué se siente al no tener dudas...
Qué se siente al saberlo todo...
Qué no te permite el orgullo.


Cosas que aprendí:

  • La meditación me resulta más aburrida que chupar un clavo, prefiero salir a la calle.
  • Sal aunque no tengas ganas, ábrete a la experiencia de lo que no sabes y de lo que pueda surgir.
  • Relájate y observa. Tu mundo es tuyo y está muy bien pero no fagocites, todas esas recetas sólo enturbian lo que tienes delante. Si son necesarias ya llegará su momento.
  • Una de las mayores cegueras que podemos padecer es la de taparnos los ojos con aquello que creemos saber… y la ilusión de libertad que ello comporta. Así, acomodamos toda situación para que encaje en nuestros encasillamientos, enquistamos el EGO, oscurecemos el espíritu.
  • Permítete dudar y sobre todo permítete sentirte cómod@ en la duda.
  • Unos tienen experiencias marianas y yo lo flipo con un gato. Qué pasa!

1984



Desde que el hombre fue capaz de distinguir entre sí mismo y el mundo, ha creado un ambiente artificial por medio de estructuras técnicas con el objetivo de ensanchar su poder y su libertad. Pero estas estructuras técnicas configuran una realidad integralmente artificial que, al mismo tiempo, controla, induce y manipula nuestras vidas.

Los sistemas de la técnica nos modifican y condicionan en la misma medida en que disponemos de ellos, ya que estas estructuras y superestructuras técnicas crean las condiciones específicas de nuestra percepción y actuación en el mundo, transforman nuestra sensibilidad y disciplinan nuestra existencia de maneras muchas veces imperceptibles, y con consecuencias muchas veces imprevisibles.

En la novela de Orwell1984” encontramos una versión de lo que hubiese podido ser la sociedad comunista del futuro. Personajes uniformados mentalmente, fanáticos y asexuados. Todo lo tecnológico (instituciones, información, propaganda, incluso pantallas por las que poder “ver” a cada uno de los ciudadanos) cumplía la función esencial del Partido, controlar y mantener el sistema establecido.

Los extremos se tocan y el control de lo que pudiese parecer la sociedad comunista del futuro se palpa en la sociedad capitalista del presente.

Asfalto competitivo


Hace diez años Z. Bauman nos presentó una profesión docente desorientada y dividida.
Hoy, este síndrome se acentúa.
Adaptarse a las fórmulas de la competencia o huir de ella.

La universidad ha abandonado la mayoría de las funciones integradoras que el Estado-Nación reivindicaba en la época moderna, las ha cedido a unas fuerzas que no domina y que están, en gran medida, fuera del alcance del proceso político a merced de unas fuerzas de mercado difusas y descoordinadas.

Por un lado los tecnócratas de la educación y su discurso europeísta. Aluden a los beneficios del mercado en la educación, una puesta a punto, limpieza de telarañas enciclopédicas, actualización de saberes y profesionales 2.0
Por otro lado, los profesionales esotéricos de la educación, tecnofóbicos y desorientados ante una avalancha de cambios que se suceden de forma rápida y sorpresiva, antes de ser capaces de asumirlos.

Cada cual que recoja sus bártulos y corra.

Que las universidades sean “instituciones autónomas situadas en el centro de la sociedad”, suena nostálgico. Hace tiempo que la universidad vive en crisis dado el progresivo debilitamiento de las garantías institucionales ortodoxas en las que fundamenta su autoridad.
En clara competencia con otros medios formativos más acordes con los cambios sociales y laborales (Internet, e-learning, flexibilidad y equipos de aprendizaje autodidacta, cursos de mercado y empresa…) la universidad pierde rango y prestigio para decidir los cánones de capacidad y competencia profesional, doblegándose ante el hecho de que el acceso a ése “saber más elevado” depende del dinero que se tenga.

Los medios extrauniversitarios resultan más atractivos que una educación universitaria que ya no es capaz de prometer, mucho menos garantizar, una carrera para toda la vida. A esto, hemos de sumar la cada vez menor disposición del Estado a subvencionar las universidades con fondos públicos.
Ante los cambios que se nos presentan la dinámica actual muestra la adopción de dos estrategias:
  • Aceptar las nuevas reglas, someterse a los estrictos criterios de mercado y medir la “utilidad social” de los productos universitarios como una mercancía más que todavía tiene que luchar por hacerse un sitio en los abarrotados estantes del supermercado, cuya calidad todavía ha de probarse según su éxito comercial.
  • Retirarse de la situación sin salidas en el mercado a una fortaleza construida con un lenguaje esotérico y una teoría oscura e impermeable, esconderse tras un minimercado sin competencia hasta el punto de sostener un medio productor-consumidor casi autosuficiente.
Ambas renuncian al papel tradicional que las universidades reivindicaban y que han tratado de desempeñar durante toda la época moderna. Ambas anuncian el final de la AUTONOMIA de la actividad universitaria y cada una, a su manera significan la rendición.
Si no producimos alternativas y reivindicamos nuevas formas…
De un modo u otro, la universidad pierde.
¿Es posible establecer una tercera vía?

Sonaron campanas de duelo

Un campesino avasallado y expoliado hace sonar las campanas de duelo para simbolizar la muerte de la Justicia, la historia no es autocomplaciente, no tiene un final feliz porque esta cuestión sigue hoy abierta. El grito de ayuda, lo que el campesino suponía que podía movilizar al pueblo topa con la impotencia y la indiferencia de los vecinos.
Tal como sucede hoy en la ”Aldea Global” a expensas de que las figuras que nos representan a nivel local e internacional tomen conciencia.

Este mundo de la Injusticia Globalizada
Es el discurso pronunciado por Saramago en el Foro Mundial Social reunido en Porto Alegre (Brasil) en 2002, en el cual mediante esta metáfora reivindica el significado de la justicia.

Si algo caracteriza la obra de Saramago es su preocupación por el ser humano, la lucha por aquellas conquistas sociales y valores que convierten a una vida en digna. En sus obras no muestra héroes, sino personas anónimas, incluso anodinas que por su circunstancia conseguirán alcanzar cierta trascendencia laica.
Pocas veces nos encontramos ante circunstancias sobre las que nuestras decisiones y valores cambien de forma significativa nuestras vidas. En esta historia una persona anónima se rebela ante la injusticia convirtiendo su caso particular en un dilema universal.

Hoy, LA JUSTICIA se desvirtúa en detrimento de “Lo Legal”, ha sido arrinconada por la burocracia y reconvertida en un cúmulo de preceptos lo suficientemente impersonales como para que los defectos particulares no perjudiquen la convivencia, desligada de lo real y utilizada por grupos que poseen carácter de especialistas en leyes, la justicia y la administración de la misma queda en manos de grupos elitistas legitimados únicamente por la longevidad de las instituciones y por la posibilidad de reprimir mediante la fuerza conductas divergentes de lo socialmente establecido.

La justicia y la igualdad ante esta no supone sólo sumisión al texto Legal. Es necesaria la implicación y participación representativa de los ciudadanos.

“La igualdad de los ciudadanos es naturalmente una igualdad ante la ley (isonomía), pero sustancialmente es mucho más que eso. Esa igualdad no se limita a la concesión de derechos iguales pasivos, sino que entraña la participación general activa en los asuntos públicos”
Castoriadis, C. (2005) “Antología de escritos políticos” Col. Clásicos del pensamiento crítico. Ed. Catarata

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