Hoy como ayer esperamos las mismas utopías.
Que el voto pueda cambiar las cosas.
Que la razón y la justicia se imponga al fascismo.
Que por honestidad política, la Democracia, consista también, en aceptar los errores de los otros como si fueran propios.
Hoy como ayer nos damos cuenta de que para luchar por las utopías es necesario crear espacios físicos donde hacerlas presentes.
"Sócrates, aseguraba que los hombres, tomados uno a uno, pueden equivocarse, pero que reunidos en Asamblea, no se equivocan nunca".
Artículo de Adolfo Marsillach, Interviú, Junio de 1977
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1 comentarios:
Desde entonces hasta ahora la realidad es aplastante. La minoría privilegiada ejerce el poder de manera ilegítima contra la mayoría restante.
Es bueno tenerlo presente. Es bueno saber que somos más.
Solo nos quedan dos caminos (la religión ya la he descartado). O lo bares o, la revolución social.
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