Consejos útiles para Post-Sater@s

1. Si Miras fijamente a alguien más de 15 seg. se considera acoso

2. Si en un local cortan la música y apagan las luces, no es para que empiece la sesión de movimiento auténtico. Están cerrando.

3. Al conocer a alguien de primeras, espera al menos a saber su nombre antes de asignarle un número (eneatipo).

4. Con la regresión no se juega. No aprovechéis borracheras para inducir a nadie, además, siempre acabará en pota.

5. Cuidado con las catarsis.
Si le arrebatas a un niño una careta o entras en movimiento libre y te pones a bailar de modo desenfrenado. Luego… no intentes explicarlo, no lo entenderán.
De hecho, nadie lo entenderá. Está bien así. PERMITETELO.


6. Mirada bovina: apreciar las pequeñas cosas o como distinguir a un satero entre la multitud.
La gente va a la suya, el sater@ se encandilará mirando la hoja del árbol mecida por el viento, la abeja que se posa en la flor o las arrugas del entrecejo del tipo que se sentó delante en el tren.


7. Si “al otro lado” crees tener un monstruo. Tranquil@, es un gatito que te gusta mostrar de vez en cuando, eso te dota de cierto misticismo atrayente, busca en vanidad y verás que empieza a tener más sentido.

8. Hay neurosis fáciles de desmontar, por ejemplo:
-Creo que lo sé todo.
Bien. El universo es infinito pero ¿como es el infinito exactamente?


-Me creo Dios.
Métele una Toña. Aplíquese todas las veces que sean necesarias. Si además se considera ateo o agnóstico aplíquese el doble.
En este caso prima el disfrute del que da. Así que, intensidad en el proceso no en la meta.


9. Los chalecos del Sr. Naranjo también son propiedad registrada. Y hay que ser chamán para que te queden chévere.

10. Cualquier cosa que te genere un conflicto interno, no es lo que parece. Hunde sus raíces en el subconsciente de tu psique. Es decir, esto no es un blog, ES TU PADRE.

Perdidos y SATurados

10 días de emociones intensas
La neurosis es atrevida y aparece cuando menos la esperas.
Cuerpos en movimiento buscándose…
Almas que se encuentran.
Seres que se exponen…
Reconocen su vulnerabilidad y se levantan como Titanes.
Aceptación incondicional.
Un rompecabezas al que le faltan piezas. Para encontrarlas buceamos en aquellos recuerdos color sepia. Viajamos a ésa otra vida que fue.

Al final, sólo es posible preguntar ¿que tal te ha ido a ti?.
Me siento en calma, me siento honesto. Y aunque me cuesta desprenderme de vosotr@s lo hago con entereza. Así está bien. Sucede como debe ser. Sobre todo, me alegra que continuemos adelante.

Claudio recuerda la Inscripción “Búscate a ti mismo”.
En el oráculo de Delfos constan otras inscripciones, no tan famosas por su ambigua interpretación.
Una de ellas en especial… siempre cerca, dice así:

“Nada de más”

Tal vez una critica a los excesos, sin embargo, deja entrever más de lo que muestra. Una forma de orientar dicha búsqueda, oportuna y necesaria.
Podemos perdernos por lo material o lo trascendente. Limemos nuestras necesidades hasta darnos cuenta de qué necesitamos realmente.
Anclados en este suelo fértil sólo entre personas adquiere sentido nuestra búsqueda. Nuestro aquí y ahora es cotidiano.

El camino de la Virtud remonta las estrellas y afronta lo concreto, aportando a cada circunstancia su medida oportuna.
Ése “Quien”, lo que une y da coherencia a tal despliegue de potencias es REAL…
Sin posesiones, sin pertenencias, sin etiquetas, sin números ni rasgos, sin cajones de sastre ni monstruos, sin claroscuros, sin atalayas místicas…

"Nada de más"

Amor y Verdad/Fuerza y Corazón. Templanza.

Se encendieron las luces del escenario


Llegamos a las 18:00 puntuales para pasar el control y entrar en la prisión de "Cuatre Camins". Sólo podíamos llevar un abanico y el DNI (ésa tarjeta que constata oficialmente que yo soy yo), aquí los fumadores tuvieron sus reticencias.

Público y familias compartíamos el mismo espacio. Atendiendo a las órdenes nos dividieron y seguimos un recorrido... excluyente pero no tan distinto. Como antes de llegar.
A través de los pasillos una puerta se cerraba y se abría la siguiente, paso a paso… notando los dientes y las poleas mecánicas al abrirse, golpeando al cerrarse. Los cuadros de los presos mostraban mas cosas de las que posiblemente pretendían y de las que otros ojos intuyen, por eso cuelgan de las paredes como si sólo fuesen logros artísticos. El encerado reciente de los pasillos dejaba entrever que la institución había lavado la cara de “lo que se puede ver”, esperaba visita.

El panóptico de Bentham situado en el centro de los módulos.
Resulta curioso como la teoría, el compromiso político y la inversión adecuada se materializan fielmente, si se trata de “garantizar” el control.

Los pasillos desocupados, salvo un espontáneo que detrás de las rejas saludaba y bromeaba tirando de los barrotes como si fuese a escapar, curioso y grotesco juego que compartimos con una sonrisa.
Para mi la función había comenzado en la puerta, imaginando que los funcionarios de prisiones eran actores de La Cubana y en un arranque genial e imprevisto nos perseguirían con las porras.

Una puerta se cerraba, la siguiente se abría, con este ritual la distancia hasta el teatro se hizo especialmente larga. Pero esto no es “Comando Actualidad” o las noticias del Piqueras. Y esta historia… no es un drama.

TeatroDentro estrenó “El anzuelo”, sus protagonistas presos penados.
El relato interpretado mezclaba suspense y comedia e invitaba a reflexionar sobre la frontera entre la cordura y la locura.
La dirección a cargo de Eva, sacó el mejor partido de los intérpretes y del contexto. Los actores recibieron una merecida ovación, estuvieron a la altura, es más, algunos tenían tal carisma y presencia en escena que podrían medirse con actores profesionales. El número final, impresionante.
Se apagaron las luces… se encendieron las del escenario. Desapareció la cárcel.
Este día, los presos de dentro y de fuera nos fugamos.
Como llegamos hasta allí dejó de importar porque, en aquel momento, nos encontramos con algo REAL.


FLOR

Cuando la función acabó, los actores bajaron del escenario dispuestos a disfrutar y entregarse por entero a sus familiares. Exprimir hasta el último segundo de ésos minutos de más que les ofrecía esa semana para besar y charlar con sus seres queridos. Nosotros, otra vez más, espectadores del dolor que provoca el amor cuando por una circunstancia u otra no puedes besar, hablar, tal vez… pedir perdón a las personas que amas.

Muchos nos hemos sentido presos de nuestra cárcel, de nuestro muro de piedra que se nos hace infinitamente alto, demasiado, no se puede saltar.
Por más que lo mires no puedes…
Y ves como los segundos, los minutos y la vida pasa...
…Tú estas ahí, tu has creado tu propia cárcel, de ella nadie sale, o lo que es peor, a ella nadie puede entrar…
Este viaje me hizo recordar El Umbral, un documental dónde se podía ver el después de distintas vidas que habían sido truncadas ya sea por una adicción, por dinero, o por condena carcelaria.
…La sociedad no está educada para aceptar y perdonar a los que “se han salido del camino marcado”
Tal vez, debido a los acontecimientos personales del momento, yo misma creí que me estaba acercando de manera muy peligrosa a ese umbral.
…Sentí pánico cuando regresé a un lugar dónde no me esperaba nadie
Por suerte, yo me encontré con tus ojos, ellos me aclamaban que les dejara pasar, todavía no has podido entrar, pero yo lograré saltar ese muro, porque al menos, ahora puedo verlo y veo de lo que están formadas sus piedras.
…Por suerte, existe gente como TEATRO DENTRO que por un tiempo logró que todo un teatro escuchara las voces de unos presidiarios que tienen mucho que decir y que demostrar, no para ser perdonados, porque ¿quién se cree con ese derecho?. Sino para saltar su propio muro, para salir de su Umbral.

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